A gran altura y con oxigeno
20/10/2025
Artículo de la Revista Española de Defensa nº 431
Apenas alcanzados los 10.000 pies de altura a bordo de un avión de transporte A400M, las bajas presiones comienzan a hacer efecto sobre los cuerpos del capitán de la Casa Beltrán y de los ocho componentes de la patrulla que lidera como jefe de la Compañía de Reconocimiento Avanzado (CRAV) de la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (BRIPAC).
Durante algo más de media hora los miembros de esta pequeña unidad de élite deberán superar un proceso de «depuración» de su sangre si quieren subir a 18.000 pies en las mejores condiciones fisiológicas posibles y, desde esa cota, lanzarse al vacío abriendo sus paracaídas de inmediato para describir una senda de planeo de casi 14 kilómetros hasta tomar tras las líneas enemigas sin ser detectados, a salvo de las defensas antiaéreas.
Para sobreponerse al «mal de altura» inhalan oxígeno puro a través de las máscaras que ocultan sus rostros, conectadas mediante mangueras a las consolas ubicadas a sus pies. Este aporte suplementario que reciben sus pulmones permite al mismo tiempo eliminar, también a través de la respiración, el nitrógeno contenido en los tejidos, los alveolos y la sangre, evitando así posibles estados de hipoxia mientras ascienden o enfermedades descompresivas en el descenso.
Durante este proceso de «desnitrogenización», los saltadores cuentan en el interior de la aeronave con el apoyo de un jefe de Salto, un técnico de Oxígeno y un técnico de Entrenamiento Fisiológico.
FUENTE INFORMATIVA.- PAGINA WEB DEL MINISTERIO DE DEFENSA.

No hay comentarios:
Publicar un comentario