‘Elvira López, primera enfermera aerotransportada en España’
08/03/2023
Artículo de la Revista Española de Defensa nº 403
En su número del 15 de noviembre de 1922, la Revista de Sanidad Militar se hacía eco de cómo «la prensa diaria relata con elogio la actuación del comandante médico D. Víctor Manuel Nogueras, capitán médico D. Manuel Crespo, medico auxiliar D. Quintiliano Navarro y la señorita doña Elvira López, enfermera profesional, que acudieron en aeroplano la noche del 1º del actual [mes de noviembre] a prestar sus servicios a los heridos que, procedentes de los últimos combates, se hallaban en la posición de Dar-Drius».
«Es la primera vez que se ha empleado tan rápido medio de transporte para el fin indicado en nuestro Ejército», destacaba asimismo la citada información.
UN VUELO PIONERO
Esta operación de aerotransporte médico fue pionera en múltiples aspectos, entre los que no fue el menor pero sí el de mayor repercusión popular la participación de Elvira López Mourín, según figura su segundo apellido en la fe de bautismo, aunque en posteriores documentos suele constar como «Maurín». Una mujer que, sin duda, debió ser admirable por su tesón, valor y espíritu de superación.
Elvira había nacido en la parroquia de San Mariño de Río, concejo de Láncara (Lugo), el 3 de septiembre de 1893 El pajar —aún en pie— donde vivía con su madre, Manuela López Mourín, habla de un humildísimo origen.
Sin conocerse más detalles sobre su juventud, parece ser que a mediados de los años diez estaba en Madrid, donde debió aprender a leer y escribir, y, quizá, trabajara ya como dama voluntaria de la Cruz Roja.
En 1915, se estableció en España el primer programa oficial de estudios de enfermera profesional, determinándose un plan de conocimientos a adquirir y un examen teórico-práctico en la Facultad de Medicina.
Tres años después, se abría el hospital-escuela de San José y Santa Adela de la Cruz Roja —que todavía existe y está en activo— en la madrileña avenida de Reina Victoria, para formar a las aspirantes a enfermeras, a las que se exigía saber leer y escribir, superar un examen de cultura general y un período de prueba de tres meses para comprobar su vocación y capacidad de adaptación a la dura profesión. Admitida en esta escuela el 2 de agosto de 1918, Elvira López formó parte del primer grupo de cinco alumnas que estudiaron internas en el centro. Terminarían su formación el 15 de febrero de 1921.
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