Han volado junto a enfermos del coronavirus. Son compañeros de armas. La preparación durante años para enfrentarse a enfermedades infectocontagiosas ha permitido a la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) lidiar con absoluta profesionalidad en el traslado aéreo de varios pacientes graves por COVID-19.
Es una de las oficiales enfermeras con más experiencia con las que cuenta el Ejército del Aire. La capitán Cristina González García se hizo militar en el año 1992 y, tras varios años en el Hospital del Aire, acumula trece en la Unidad Médica de Aeroevacuación, la UMAER.
Su experiencia la convierte en una de las mejores voces para narrarnos cómo han sido y cómo son estos traslados aéreos de enfermos graves por COVID-19. Nos impresiona aún ver todo el dispositivo que acarrean estos actos pero, sin embargo, responden a un guion absolutamente contrastado. “Ha sido un desafío, uno más, pero estaba contemplada esta posibilidad dentro de los escenarios entrenados en la UMAER. Desde hace años, con la primera alerta de Gripe A, la unidad se fue dotando de material y medios para responder a una evacuación de pacientes afectados por enfermedad infecciosa transmisible”, nos cuenta la capitán González. “Mi experiencia de preparación e incluso de resolución de casos reales más tarde en 2014, con la evacuación de pacientes enfermos de Ébola, hace que la responsabilidad en el asesoramiento y la toma de decisiones sea necesariamente alta”.
Y es que la capitán ya lidió con la crisis del Ébola que tantos titulares abarcó en el año 2014. Fueron traslados muy complicados de una enfermedad mortal y altamente contagiosa. Y, sin embargo, aquellos traslados fueron toda una lección de profesionalidad. “Aquellas evacuaciones fueron una experiencia importante, todo lo que se aplicó y fue corregido ha sido muy útil ahora. Aprendimos que el entrenamiento con los equipos de protección completos y reales, los tiempos empleados y su límite, los dispositivos médicos, la desinfección posterior y la gestión de los residuos debe trabajarse en conjunto y con todo el personal implicado, tripulantes sanitarios y tripulaciones de vuelo”.
Ella como pocos sabe lo que se siente volando al lado de estos enfermos, de sus temores, de sus miedos. “Los pacientes están muy inquietos, esta situación es realmente novedosa y buscan información que llega por muchos medios y fuentes de todo tipo que han consultado y, en muchas ocasiones, les angustia. Cada paciente es diferente y nuestro trabajo como enfermeros es cuidarlos en todos los aspectos, proporcionarles información clara y asumible, que se sientan acompañados y seguros en un medio aéreo, con capacidad de asistencia y tratamientos médicos, para volver a casa con confianza”, nos reconoce la capitán.
En esos aviones que han repatriado recientemente a algún militar español enfermo de coronavirus, desde los contingentes que operan en el extranjero, se diseña cada acción a realizar. “Tratamos de ofrecer todos los cuidados y asistencia que se llevaría a cabo en un medio hospitalario. Pero en este caso se da prioridad a prevenir el contagio y la transmisión de la enfermedad. Los pacientes, según su situación, embarcan y se acomodan con distancia de seguridad por zonas dentro de la aeronave. Es fundamental el control de los síntomas y el tratamiento, los medios de aislamiento del paciente y del personal que los atiende”, nos relata la capitán, “además se ha de contar con material sanitario para cualquier complicación y, sobre todo, abastecimiento de oxigeno medicinal”.
Nada queda a la improvisación en estos vuelos. “Los requerimientos son mayores, en una enfermedad transmisible como es esta. Es imprescindible proteger a la tripulación y al personal que asiste, así como cuidar los contactos estrechos entre pacientes si estos son varios. No podemos olvidarnos de la necesidad de desinfección de los materiales empleados, de la aeronave y, por supuesto, extremar el tratamiento de los residuos generados”.
Y una curiosidad. Por mucha aeroevacuación que se realice, por mucha rapidez con la que se acometa el traslado, tras concluir la asistencia persiste ese interés médico por saber de los pacientes. “No nos podemos olvidar de que además de nuestros pacientes son nuestros compañeros. Es fácil ponernos en su situación. Tenemos protocolizado un seguimiento a las veinticuatro horas y a la semana, pero en muchas ocasiones son ellos mismos o sus familias los que nos llaman agradecidos cuando ya todo está orientado”.
La capitán González es una enamorada de su trabajo. “La sanidad militar suponía un reto, más allá de la actividad civil que conocía”, nos reconoce. Y ese reto la condujo al Ejército del Aire. ”Aquí todo es más técnico, más dinámico y en el equipo de trabajo sanitario se integran tripulaciones de vuelo, apoyo en la pista, seguridad, etc., lo que hace muy gratificante el trabajo en equipo”.
Pero trabajar volando a veces supone un riesgo. El pasado año, un avión C295 con personal de la UMAER se salía de pista en Jaca ocasionando algunas magulladuras al personal. “Lo tenemos muy presente, afortunadamente no hubo consecuencias personales importantes y, sin duda, nos confirmó la importancia de configurar el avión con equipos certificados y una estibación validada. Nada interfirió en la seguridad y nada se movió en el incidente ni causó lesiones”.
Su receta para dejar atrás los malos momentos es muy clara, “compartir las preocupaciones con los compañeros es fundamental, descubrir que cada uno lo afronta de un modo diferente ayuda a nuevas estrategias para salir adelante”.
La capitán, como tantos militares, como tantos españoles, echa mucho de menos el saludo cercano, tomar un café con sus compañeros, compartir un bizcocho casero o incluso organizar una barbacoa. Ahora, el apoyo de su familia es su gran baza, eso y “relativizar los problemas, hay que dar prioridad a lo importante, esa es la mejor receta”. Profesionalmente y ante esta situación, no duda a la hora de aplicar las lecciones aprendidas: “se hace imprescindible ser previsores, optimizar los recursos y estar entrenados en todos los aspectos para estas situaciones”.
Fuente Informativa.- Página Web del Ejercito del Aire.
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